sábado, 18 de junio de 2016

36 Giros y un deseo personificado por fin!

36 giros y un deseo personificado por fin.

Esto de los giros, del turn, del run de la mente en su ejecución física-social de lo que muchas veces anhelamos, viene con sus micro.revoluciones, cual mini caballos de fuerza interior; también, con las ondas sonoras generadas por las tortugas que a su manera también acompañan y sienten la micro.revolución que el motor universal de este espectro esférico llamado tierra en su 3ra dimensión, genera cuando uno se ofrece a la escena (ojo público). 

Desde ya hace mucho días venía celebrando (con)  las personas que me llenan de ánimo, cariño y afecto. Tantas, tan diferentes, pero tan tiernas y dispuestas, sí tan dispuestas a su camino de vida; unas más arraigadas la tierra, otras a la aventura y otras a ideales disyuntivos, algunas más arraigadas a la familiaridad del diario vivir, otras arraigadas a su  propia justicia, y varias como yo, más que arraígadas, agarradas al gran mundo de nuestra ego -(inter)-tística vida. 

La más reciente celebración de cumpleaños fue el pasado 14 de Junio y se realizó  con una puesta en escena, un desnudo psicológico y un desorden hermoso, muchas complicencias. Un bosquejo de dramaturgia ensayada en escena, hecha por una sucesión de imágenes, acciones y preguntas proyectadas desde un cuerpo vivo (el propio)  en relación a un registro de un cuerpo en composición estética (el cuerpo y la emocionalidad en su representación social + el público), todo esto para detonar algún tipo de diálogo político, satiricamente hablando; satiricamente hablando porque pareciera que el diálogo se hubiera quedado hecho particulas invisibles de los vestigios de papel que quedan cuando el el borrador blanco del lápiz rojo del colegio insiste en borrar el error, quizas el error de querer justificar claramente mi terquedad :feminista: espiritual ante el orden social del siempre HOY.  Así pues que ya cansada del acoso de mis pensamientos y la "realidad social", decidí que la excusa de los 36 giros era la ideal, cronotópicamente hablando, para decidir transformar la fuerza y la duda hacia el aventon escénico... Micrófono Abierto coherente con lo que implica vivir y su arte, Vivir <3 y arriesgar, cuidar.   




Me siento mejor diciendo que la puesta en escena mia fue algo de fiasco (puro tilin tilin y pocas paletas), y me río, no quedé contenta con mi abordaje a mi propia historia o con mi capacidad dialógica. Pero no me importa, las fotografías de mi sagrado corazón hablan por si solas…  Además hubo efimeros instantes en los que dejaba de vomitar mi indigestión mental-emocional, que mi ego dejaba de interponerse entre mi yo y mis coproductores (Isis, Aleja, Juan) para seguirnos el flow y BAILAR, bailar la LOCURA… feliz, llena, amplia, abierta… y hacer SHOW  <3 .

Quienes asistieron a la celebración vieron que saqué, exploté y expandí como he anhelado tanto hacerlo. La celebración de mi cumpleaños se resume en una “Chimba”(significaciones regionales varias, en el sentido opuesto y contrario, le tocaba estar allí para sentir uno de sus tantos aspectos). El inicio del giro 36 se dió entonces con una muestra resumida de mi historiografía visual-plástica-y-escénica con respecto a mi investigación-exploración “forzada” de la identidad, el cuerpo, el deseo, la sociedad, la violencia y mucho más.

Pero no solo estuve yo, uno de los regalos de la noche fue Daniel Eduardo Volkmar quien estaba también de primíparo en la muestra de su trabajo escénico. Fue un regalo mutuo por como todo hizo click  and queer en nuestro compartir del escenario. Y no solo eso, el público le aplaudió de muchas maneras y con gran sinceridad. Quieren volverlo a ver. También participaron del micrófono abierto Diego-A, Javier, Dan Soul Zion, Green Smock Sount, Camilo-el cumpleañero y Alejandra Mercado. Gracias a Silvia y al equipo de la Aldea que Arde. Por ofrecernos tan maravilloso espacio.

A los viejos y nuevos amigos, a quienes pasaron y a quienes se manifestaron, a los que no dijeron nada porque no están ya en esta tierra, porque ya no me quieren porque nunca les he caído bien. A los que son solo colegas, o ni siquiera, ni amigos, sino fantasías coquetas sexi amigables. A los que me conocen bien por todas mis maneras de ser rabia, celebración, claridad y confusión, ternura y destrucción. Y a quienes me han acompañado por redes sociales por tantos años. Buenos deseos para su cumpleaños que es todos los días de sobrevivencia, el futuro no se puede tomar por sentado, por eso Bailar.

Le dedico todo lo evocado para y por  esta celebración a mis familias y a Hanna Kinderlehrer and Lindsay Quakenbush. 

Fotografía por Isa Tovar


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